Particularismo Histórico
Franz
Boas (1858 - 1942) fue la figura principal del llamado particularismo
histórico, desarrollado en EE.UU. Su influencia y la de sus discípulos fue
indiscutible en la antropología norteamericana del siglo XX.
La
vuelta a la filosofía kantiana fue la respuesta alternativa a la teoría del
conocimiento planteada por el materialismo y el idealismo. Emmanuel Kant había
señalado que la esencia de las cosas en sí no era ni el espíritu ni la materia;
era incognoscible. El conocimiento dependía de las impresiones de los sentidos.
Estas impresiones estaban sometidas a categorías a priori del espíritu como el
espacio y el tiempo. Por eso el conocimiento era producto de la interacción
entre el espíritu y la realidad.
Para
Boas, los dos problemas fundamentales que debía resolver eran:
- El
porqué de las diferencias entre las distintas tribus y naciones del mundo.
- Cómo
habían llegado a desarrollarse esas diferencias.
Fue uno de los principales críticos de
la transferencia del modelo biológico al mundo humano propia del pensamiento
evolucionista, para explicar el funcionamiento de la sociedad. Así, la cultura
singular de los evolucionistas se convirtió en las culturas en plural. Con esto
se afianzó el concepto antropológico de cultura y se sentaron las bases del
relativismo cultural.
Boas había desechado la posibilidad de
encontrar uniformidades de desarrollo que afectaran a conjuntos completos de
instituciones, como proponían los evolucionistas. En sus escritos se evidencia
la convicción creciente, a parir de la prueba de los datos etnográficos
recogidos por él y otros antropólogos, que la búsqueda de regularidades estaba
condenada al fracaso. En cambio subrayó la probabilidad de que la presencia de
instituciones similares por todo el mundo reflejara algo inherente a la mente
humana: “el que se presenten analogía en
regiones tan alejadas demuestra que el espíritu humano tiende a alcanzar los
mismos resultados no sólo cuando las circunstancias son similares, sino también
cuando son diversas”.
Otra de las cuestiones que abordó el
particularismo histórico fue la relación entre individuo y sociedad. Aquí el
interés se centró en la importancia del proceso de socialización y el rol del
lenguaje en la incorporación de pautas y valores de cada cultura, que se
incorporan en forma inconciente y tienen una fuerte carga emocional.
El concepto
de cultura
Defendió
una visión histórica, según la cual todas las culturas estaban constituidas por
complejos de rasgos, producto de condiciones ambientales, factores psicológicos
y relaciones históricas. Él y sus discípulos realizaron estudios sobre la
distribución espacial de mitos, cuentos populares, recopilaciones realizadas en
sus idiomas originales. Esta necesidad de investigaciones históricas
particulares se apoyaba en la afirmación de que cada cultura tiene una historia
única. No existía un único sentido de la historia a través de cuyas etapas
debían transitar todas las culturas como señalaban los evolucionistas. Cada
cultura tiene una historia particular, ya que aún lo adquirido por difusión es
adoptado y adquiere una nueva significación.
Cada cultura es un conjunto coherente de
rasgos conductuales e ideacionales que se dieron tanto por difusión como por
creación independiente. Cada cultura es cualitativamente diferente e
históricamente particular.
Las ciencias
antropológicas
Para
Boas la Antropología se convirtió en una disciplina que englobaba cuatro
campos: arqueología, antropología física, lingüística antropológica y
antropología cultural. El objetivo era, a través de estos cuatro campos,
estudiar la raza, el lenguaje y la cultura para reconstruir la historia
primitiva de la humanidad y, cuando fuera posible, expresar las regularidades
en forma de leyes del suceder histórico.
La
especificidad del objeto de estudio de las ciencias humanas implicaba un método
comprensivo diferente del de los científicos naturales. Boas insistió en la
necesidad de un cuidadoso e intensivo estudio de primera mano, libre de todo
prejuicio, de cada cultura particular. Para esto se debe utilizar el principio
de interpretación subjetiva, perspectiva emic,
es decir tal como se presenta para el grupo.
Boas dio
también gran impulso a la lingüística antropológica. Él y sus discípulos
dominaban las lenguas de las culturas que estudiaron, transcribían
fonéticamente cuentos, poemas, discursos, historias, que posteriormente eran
releídos a sus informantes y luego traducidos con ayuda de sus intérpretes.
Su
teoría del lenguaje anticipó la noción contemporánea de universales lingüísticos,
es decir que los rasgos elementales de la estructura gramatical son comunes a
todos los idiomas.
Cuestionó
la opinión de quienes relacionaban capacidades mentales con determinados tipos
físicos, sus estudios comprobaron la imposibilidad de establecer cualquier
correlación entre raza, lengua y cultura, lo que significó un avance en la
refutación científica de las ideologías racistas.